domingo, 11 de junio de 2017

Ronnie James Dio, el pequeño gran duende

Cuando evocamos los grandes cantantes de rock de los 70 que marcaron una época por su calidad y aportes al mundo de la música, siempre se nos vienen a la cabeza personas como Ian Gillan (Deep Purple), Robert Plant (Led Zeppelin) o Freddie Mercury (Queen).  El gran olvidado, por regla general y para el gran público, siempre es Ronnie James Dio, a pesar de haber formado parte de las más emblemáticas bandas de hard rock  y haber desarrollado una encomiable carrera en solitario.

Nació en 1942 en Estados Unidos, en el seno de una familia italoamericana, interesándose tan temprano por la música que antes de cumplir los 16 años ya había formado parte de varios grupos. Su primer proyecto serio puede decirse que fue Ronnie Dio & The Prophets, formado a finales de la década de los 50, donde practicaba el soul y el rhythm and blues predominantes por aquella época.




Con el devenir de los años, Dio endurecería poco a poco su sonido. Esto se aprecia perfectamente si se observa toda su trayectoria desde una perspectiva no muy alejada. La primera muestra de cambio musical se produjo al dar por finalizada su aventura en Ronnie Dio & The Prophets para dar comienzo a su segunda aventura profesional: ELF. No sólo tuvo lugar un cambio de grupo y de nombre, sino también de estilo. Pasando del antes mencionado soul a un rock de corte más clásico, similar al que practicaban grupos como Deep Purple, Black Sabbath o Uriah Heep, entre otros.

Precisamente, Deep Purple les eligió para telonear una de sus giras, quedándose el virtuoso guitarrista de los británicos, Ritchie Blackmore, prendado del pequeño cantante estadounidense. Le gustó tanto el peculiar tono de voz de Dio, que le propuso formar un grupo paralelo a Deep Purple y a Elf, y que dará como resultado una de las más grandes bandas que haya dado el hard rock: Rainbow. Aunque en un inicio la primera formación de Rainbow constó de Blackmore y la totalidad de miembros de Elf, más tarde éstos últimos la irían abandonando, uniéndose otros miembros, como el bajista de Deep Purple, Roger Glover. Por aquella época el guitarrista decidió dar fin a su etapa con los británicos, por lo que pudo dedicarse enteramente a su nuevo proyecto. Firmaron auténticas joyas como Man on the silver mountain, Kill the king, Long live Rock and RollEl tándem Blackmore-Dio funcionaba a las mil maravillas, tanto a nivel compositor como durante las actuaciones en directo. Pero todo suele tener un lado oscuro, y en este caso era la difícil personalidad de Blackmore (que tantos quebraderos de cabeza le ha traído a lo largo de su carrera profesional), lo que fue desgastando poco a poco la relación entre ambos, hasta llegar al punto en el que el vocalista decidió marcharse de Rainbow.


Rainbow


Cuando podía parecer que la carrera de Ronnie se iba a resentir, entró a formar parte de otra de las grandes formaciones británicas de la historia del rock duro (y hay quien dice incluso que fueron ellos los que crearon ese estilo musical): Black Sabbath. Se unió para sustituir en las voces a Ozzy Osbourne, el cual dejó la banda por problemas personales y de salud. Con Dio ya plenamente acoplado, Black Sabbath endureció aún más su sonido, pasando de un hard rock de corte clásico, aunque más duro de lo habitual, a un heavy metal más potente y ortodoxo, al más puro estilo de sus compatriotas Iron Maiden o Saxon. Hay que resaltar que Black Sabbath ya eran un gigante musical cuando Dio entró, lo que significaba que el reto era aún mayor: hacer olvidar a Ozzy y que la máquina engrasada que eran como grupo siguiese adelante sin mirar atrás. Cumplió con creces su cometido, poniendo su seña de identidad a temas como Neon Knights, Children of the sea o Heaven and hell. Dio abandonaría Black Sabbath, aunque volvería en otras dos etapas diferentes: a principios de los 90 para grabar el álbum Dehumanizer, y ya en el nuevo milenio bajo el nombre de Heaven & Hell (por disputas legales con Ozzy no pudieron actuar ni grabar bajo el nombre de Black Sabbath).


Black Sabbath


Tras sucederse estos acontecimientos, en 1983 decide dar inicio a su carrera en solitario bajo el nombre artístico de DIO. Por aquel entonces Ronnie ya se había hecho un nombre en la escena, era de sobra conocido, y no le costó encontrar unos músicos de calidad contrastada para que se unieran a él, como Vinny Apice o Vivian Campbell (éste último compañero suyo en Black Sabbath). Durante su aventura en solitario, practicó un heavy metal similar al que introdujo en Black Sabbath durante su etapa en la banda británica, estilo que casaba a la perfección con su peculiar tono de voz, dando como resultado unos discos que no es extraño ver en las primeras posiciones de diferentes rankings musicales especializados. Cabe destacar su disco de debut: Holy Diver. Imposible resaltar un único tema por encima del resto, desde la canción que da nombre al disco, hasta Rainbow in the Dark, pasando por Stand Up and Shout o Don´t Talk to Strangers. Lo dicho, todo amante del rock (en cualquiera de sus vertientes) debería tener un ejemplar de este álbum en su estantería.




Falleció a causa de un cáncer en 2010 pocos meses después de que se le diagnosticara, en mitad de una gira con Heaven & Hell.

Dio consiguió una legión de seguidores durante sus más de 50 años de carrera profesional. Desde seguidores del rock más clásico en su etapa de Rainbow, hasta seguidores metaleros en su etapa de Black Sabbath y su carrera en solitario. Y claro está, también los seguidores que disfrutamos de todas y cada una de sus etapas. Ronnie James Dio fue, es y será “La voz”. Una persona que saliéndose de los estereotipos que persiguen a todos los cantantes de rock duro, consiguió impregnar con su mágico sello canciones que forman parte de la banda sonora de la vida de muchos de nosotros y nosotras.




-----------------------
Autor: Aitor Y. 
-----------------------

1 comentario:

  1. Otra buena entrada sobre una de mis debilidades y una de las mejores voces del rock de siempre.
    Yo me interesé por Elf no hace mucho y flipé tanto como con sus otras bandas.
    Poco antes de que nos dejase le vi un par de veces en directo y era una pasada.
    Ya con menos voz, ( con extensos solos de guitarra y batería para dosificarse y shows de poco más de una hora), pero escuchar Heaven and Hell o cualquiera de sus clásicos con Rainbow o de su étapa en solitario ponía los pelos de punta.
    Uno de los más grandes de siempre.
    Salud!
    @juanjorocks1

    ResponderEliminar

Rosendo Mercado, el merecido descanso del guerrero

Hace un par de semanas, al llegar a casa, vi una noticia que muchos pensábamos que nunca llegaría: Don Rosendo Mercado se retira a sus 64 a...